Bonilla entrega y recibe / Habrá cambios / Marco quiera la tercera / Corral, el vulgar faltista
AYER inició el ejercicio de entrega recepción en el Municipio de Chihuahua, el que se realiza por mandato de ley, pese a que se trata de una reelección.
El proceso de entrega culmina en próximo 28 de agosto, para hacer la recepción formal el primer día de septiembre, cuando asumirá también el gabinete, en donde ya se anticipó que no serán los mismos integrantes, por lo menos no todos.
Esas modificaciones que por ahora sólo el alcalde conoce, se convierten en una razón más para el proceso de la entrega recepción. Es decir, quienes no vayan a continuar o sean reubicados a otras áreas, deberán de entregar y/o recibir.
Hasta hoy sólo el alcalde tiene asegurada su silla en el despacho de Palacio Municipal y por supuesto, su esposa en la presidencia del DIF.
El resto pronto se conocerá, pues también se debe de tomar en cuenta que seguramente, llegará uno o dos priístas por la alianza electoral, y hasta algún perredista, aunque ese partido haya desaparecido.
Por lo que encoja, todos los directores hacen lo imposible para alcanzar un gran cierre; constantemente recorrer los medios de comunicación, para dar a conocer sus logros, que ahora los exhiben como propios y no como meses atrás de la administración municipal o del mismísimo Bonilla; ellos también buscan repetir; ya veremos.
DESPUÉS de haber sido derrotado electoralmente por segunda ocasión, reapareció en público el exalcalde de la capital Marco Adán Quezada.
Quezada buscó ser presidente Municipal por Nueva Alianza y Morena, pero fue derrotado por Marco Bonilla, hoy reelecto para un segundo período.
En la elección pasada buscó el 08 Distrito Federal, pero no llegó, fue vencido por el aliancista Alejandro Domínguez.
Ayer se presentó en la sesión de Cabildo que se realizó en el Gimnasio Adaptado, cuya obra Quezada inició en el 2012.
La presencia, por lo menos eso se dijo, fue a invitación de la familia Manuel Trueva Martínez, nombre que por cierto a partir de hoy, lleva el gimnasio especial.
Muchos de los asistentes, se preguntaron si Marco Quezada andaba echando medidas, pensando que en tres años, puede venir la tercera y buena.
LA AUSENCIA de Javier Corral Jurado, para dar cumplimiento a un ordenamiento legal de audiencia, dejó de manifiesto que lo suyo no son las instituciones, la legalidad y la trasparencia.
No es posible tal desdén, en un hombre que se dice químicamente puro, moralmente impecable y un zar anticorrupción.
Al exgobernador le ganó la soberbia; como “zar anticorrupción”, no es posible comparecer ante una vulgar denuncia por corrupción.
Seguramente eso pensaría; pero las dos denuncias, aunque por ahora no implican necesariamente prisión, no dejan de ser dos tachotas que como letra escarlata, permanecerán colgando en su pecho como en los medievos tiempos.
Columna Hipótesis de www.acento.com.mx