Diputados de Morena se olvidan de desgracias / Pachangón sobre tumbas / La burla de Madero /

LA AGRUPACIÓN musical conocida como La Sonora Santanera recibió un reconocimiento por parte de la Cámara de Diputados, con motivo de sus 70 años de trayectoria, un homenaje, por cierto, muy merecido.
El detalle es que la emoción fue tanta entre el morenismo, que varios diputados se pusieron a bailar y armaron un buen bailongo en pleno recinto legislativo, olvidándose por unos momentos de los grandes problemas que aquejan al país y del papel de representación popular que les corresponde.
Dicho de otra manera, se olvidaron no solo de la violencia e inseguridad que golpean a México, sino también de la corrupción oficial y de los cinco estados que permanecen bajo el agua y el lodo tras las recientes lluvias.
Todos muy contentos y sonrientes, pero ignoraron la tragedia que viven miles de mexicanos. Quizá el tema no les interesa, pese a que debería ser prioridad.
Y todavía más incongruente resulta que hayan olvidado la narrativa de la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, quien apenas días atrás criticó al Partido Acción Nacional por realizar su relanzamiento en una “mala fecha”, justo cuando ocurrían esas mismas contingencias.
Es decir, se condena al PAN por una supuesta falta de sensibilidad, pero los legisladores de Morena se dan el lujo de organizar una pachanga en plena sesión. Miden con distinta vara o, de plano, no conocen la congruencia.
Y si a eso se le agrega, aunque no es novedad, que el senador Gerardo Fernández Noroña se olvidó de su amado pueblo para irse de viaje a Dubái y luego a Palestina, el cuadro se completa. Increíble, pero así son muchos de los políticos de la llamada Cuarta Transformación: dicen ser diferentes… y lo son, pero para mal.
Y HABLANDO de enchiladas, resulta que el nuevo beneficiario de la Beca del Bienestar para Adultos Mayores de 65 y Más es nada menos que el exsenador y expresidente nacional del PAN, Gustavo Madero Muñoz.
Desde luego, está en su derecho —la Constitución lo ampara—, pero resulta difícil creer que alguien con su capital económico y poder empresarial tenga necesidad de ese apoyo. No parece tener mucho sentido verlo perder tiempo en filas o asolearse frente a los cajeros del Bienestar.
En redes sociales, si bien muchos reconocen que tiene ese derecho, la mayoría lo criticó duramente por el cinismo de haberse registrado y hasta publicar una fotografía recibiendo la tarjeta.
En fin, muy su asunto. Pero no deja de evidenciar que esa pensión no debería ser universal, sino focalizada hacia quienes realmente la necesitan. Sería tan absurdo como imaginar al empresario haciendo fila en el IMSS para una consulta médica o una cirugía. Derecho tiene, sí, pero la sensatez es otra cosa.
COMO CADA año, se anuncia que no habrá aumento al Impuesto Predial en la capital… aunque, como por arte de magia, en enero el estado de cuenta llega con un incremento.
Y es que, técnicamente, no sube el impuesto, pero sí se ajustan las Tablas de Valores Catastrales de Suelo y Construcción, siempre hacia arriba. Es decir, no cambian el nombre, pero el bolsillo lo resiente igual.
Para el próximo año, las actualizaciones oscilarán entre 4.5 y 5 por ciento, así que más vale ir haciendo cuentas y apartados. Esta práctica se ha vuelto común en todo el estado, especialmente en los municipios que juran y perjuran que “el impuesto no aumentará”.
Cosas del manejo de los números: fríos, sí… pero siempre manipulables, por supuesto, a conveniencia.
Columna Hipótesis de www.acento.com.mx






