El fraude del siglo en impunidad / El CEO se mueve como El Chueco
ESTE AÑO el caso de los defraudados por la Financiera Aras Group, estaría llegando a su tercer año desde que se interpusieron las primeras denuncias, que hasta el momento superan las dos mil, tan sólo en el estado.
Los número siguen sin favorecer a las víctimas, cuando se han judicializado de manera masiva casi mil 200 carpetas y se mantienen en prisión a cinco operadores medios de la financiera.
Quienes son víctimas, no han recibido ni un cinco de sus inversiones menores y millonarias; la impotencia crece, al igual que la impunidad corrosiva, mientras no se detenga al CEO o director creador del fraude más grande, que se haya conocido en el estado, Armando Gutiérrez Rosas.
Por cierto, que, de acuerdo con la publicación en redes sociales digitales y medios de comunicación formales, Gutiérrez Rosas, ha sido visto en Cuauhtémoc, en donde se moviliza como un ciudadano común. Así como El Chueco asesino de los jesuitas en la región de Cerocahui.
Es más, hasta se informa que vive en el fraccionamiento Pedregales del Bosque, reservado sólo para quienes tienen suficiente capital, para adquirir una residencia de ese tipo.
Cierto o no, por lo menos ya se debería de verificar la información, pues el tipo no se robó un gansito de un Oxxo; Defraudó a más de dos mil chihuahuenses de manera directa, con un capital entre las cuatro mil 500 y cinco mil millones de pesos.
Muchos de los defraudados, y el grupo de abogados que llevan la defensa de sus casos, apuntan a que existe una protección en favor del Ceo y el grupo que ideó y creó Aras Group.
No suena descabellado cuando un funcionario de la Junta Municipal, fue muerto y vinculado al caso sin que se haya detenido al autor intelectual, más las ramificaciones que se hicieron con el área administrativa de la anterior legislatura del Congreso local, donde se utilizaron ahorros deservidores y cuentas públicas que presumiblemente se invirtieron en Aras.
ALGO debió haber hecho o tal vez no lo hizo, el caso es que ayer fue despedido el secretario de Salud del gobierno del Estado, Fernando Sandoval Magallanes, bajo los argumentos de omisión e indolencia.
Se supone que dejó de hacer su chamba en la sierra tarahumara o mintió sobre las actividades que debió desarrollar.
Buen argumento, pero insuficiente para dar crédito a su despido, veamos; ningún secretario de Salud en Chihuahua, ha hecho suficiente por los habitantes de la sierra. No se justifica la “indolencia”; hay posibilidades de subsanar la problemática de salud en esa región y menos en un año y meses.
Se trata de realizar labores integrales transversales; esa deuda requiere de muchos años en donde, lo principal es destinar recursos suficientes y que la inseguridad no esté presente.
El secretario Sandoval no es Superman, pero seguramente alguien le colocó criptonita; y desde dentro dicen que no alcanzó las metas del recaudo, que siempre se le imponen a áreas como esta.
Es más fuera de negocios, el 80 por ciento del abasto de medicamentos en los hospitales públicos del estado, como lo anunció la gobernadora Maru Campos en su informe, es más falso que un billete de dos mil pesos, eso sin considerar Pensiones Civiles del Estado; en fin, en ocasiones pagan justos por pecadores.
EL SÚPERDELEGADO de Bienestar, Juan Carlos Loera de la Rosa, anda más que lujurioso en busca de la candidatura de la alcaldía de la fronteriza Ciudad Juárez, por lo menos así lo describen.
Sabe que allá, tiene buenas posibilidades y que en tres años puede continuar, otros tres o en su defecto, buscar la candidatura a la gubernatura.
En estos días literalmente le pega a todos los adversarios como dice o lo hace AMLO, sean morenos o no. Abrió la semana con señalamientos higadezcos en contra de su alcalde Cruz Pérez Cueéllar por el tema de quienes huyen del venezolano Maduro.
Se fue a la yugular, pese a que el propio superdelegado los ha abandonado al igual que el Gobierno Federal. Ni los estados ni los municipios son responsables de quienes los deplazados de las dictaduras.
Lo más nuevo es que anuncia que antes de que termine el mes, estará el presidente Andrés Manuel López Obrador en Ciudad Juárez, para presidir una reunión con los siervos de la nación.
El presidente puede venir las veces que desee a Chihuahua, eso no está a discusión, la pena de muchos, propia y ajena, es que no le mete un cinco al estado y menos a Ciudad Juárez.
Los hospitales que prometió hace seis años estarían en funcionamiento, siguen en fachadas como los dejó Duarte y Corral; a los migrantes les abrió las puertas, pero no les entrega ni una cobija y las carreteras federales tiene cinco años abandonadas por la Federación, por citar peques ejemplos.
Entonces, una reunión con servidores de la nación, pues cómo para qué, cuando sabemos que estos servidores, en realidad le sirven a Morena.
Columna Hipótesis de www.acento.com.mx