La reingeniería de Maru / Contagios de estrés / Adry al gabinete? / Un prófugo con fuero
VARIOS funcionarios de primer y segundo nivel están bajo estrés extremo, en la administración que dirige la gobernadora María Eugenia Campos Galván.
Viene una reingeniería del gabinete y algunas direcciones, en busca de mejores resultados, para arrancar la segunda y última etapa de tres años en el Ejecutivo estatal.
Desde luego que, no sólo se trata de dar un apretón a los funcionarios públicos, sino por lo menos crear la percepción de que las cosas se están haciendo bien o muy bien, lo que permita colocar un dique al crecimiento de Morena o evitar colocar en riesgo, desde ahora, la elección próxima estatal.
Tres años parecen muchos, pero son suficientes para un buen cierre de ejercicio público estatal, si es que en realidad, ese es el deseo de la mandataria estatal.
Por lo pronto, la primera cabeza que rodó fue la del Coordinador de Comunicación Social, René Sotelo y seguramente le seguirá el representante del Gobierno del Estado, Oscar Fidencio Hernández, quien desde hace rato tiró la toalla.
Fuera del secretario general de Gobierno, Santiago de la Peña; el Fiscal César Jáuregui y el secretario de Hacienda Jesús Granillo, cualquiera puede ser removido. Claro hay que descartar al recién designado Hugo Gutiérrez Dávila, por obvias razones.
Vienen tres años muy complicados con un exgobernador bélico, prófugo de la justicia en el Senado y con un nuevo Gobierno Federal, con el que habrá diferencias muy marcadas, aunque se trate de vender lo contrario.
La nueva presidenta, Claudia Sheinbaum, podrá tener otro estilo para dirigir al país, pero es más radical; la primera muestra ya la dio con la defensa a ultranza y fuera de razón de Javier Corral.
POR CIERTO, que alguien quien podría integrarse al gabinete estatal, sobre todo en la representación de Ciudad Juárez, es la diputada presidenta del Congreso del Estado, Adriana Terrazas Porras.
La propia presidenta ha externado que tiene oferta del gobierno estatal, una vez que concluya la legislatura, lo que ocurrirá el último día de este mes.
Esta oferta laboral u otras no implican que dejaría de pertenecer a Morena, salvo que desde la dirigencia nacional, decidan lo contrario.
No se puede dejar de lado que en esta legislatura fue expulsada de la fracción de Morena, por asumir la presidencia (y por la reelección de la misma), cuando los morenos buscaron proyectar al diputado Benjamín Carrera. De hecho, se solicitó la baja del partido, pero nada se les negó.
EL EXGOBERNADOR Javier Corral Jurado, ya se registró y/o acreditó como senador electo, ante el Instituto Nacional Electoral.
Se coloca a cuatro días para rendir protesta y su fuero entraría en automático, lo que lo convertiría en intocable, pese a los procesos judiciales y orden de aprehensión en su contra.
Se convertiría en un senador prófugo de la justicia para hacer y decir lo que quiera; eso lo sabe; le urge que los días transcurran a su favor.
El último brinco que deberá dar, es el dictamen del Tribunal Electoral Federal, en donde está asentado el recurso de impugnación interpuesto por el PAN, contra de la resolución del INE, que evitó declararlo como inelegible, por los temas legales que pesan en su central.
Si el Tribunal confirma la resolución del INE en favor Corral será senador; de lo contrario no será elegible y no vendría en bendito fuero. El plazo máximo está establecido para antes de las cero horas del sábado próximo.
Columna Hipótesis de www.acento.com.mx