Columna

NCG; adiós poderes / Maru veta a alcaldesa / Tan odian a prianistas que los integran / CUU; impunidad al 98%

LAS COSAS para la alcaldesa de Nuevo Casas Grandes, Cynthia Ceballos Delgado, se les están complicando en demasía, por designar jefes policiacos ahora sí que por sus pistolas, sin  dar vista a la Fiscalía del Estado, al Congreso del Estado, ni a su Cabildo. Bueno a nadie.

La gobernadora del estado, María Eugenia Galván Campos, estuvo ayer en ese municipio, para inaugurar la remodelación del hospital del lugar y la alcaldesa simple y sencillamente no fue convocada.

Se explicó que la obra es estatal, al igual que los recursos invertidos, por lo que nada tenía que hacer la representación del Municipio en ese evento, y en otros.

Eso se dijo, pero también la gobernadora fue tan directa que sólo faltó que se lo dijera en su cara, cuando refirió que habrá cero tolerancia para quien o quienes mantengan vínculos con el crimen organizado.

Como ya se conoce, la alcaldesa Ceballos ha designado dos directores que han sido señalados por regidores y organizaciones de la Sociedad Civil, incluyendo la comunidad LeBaron, de prestar servicio al crimen organizado.

Luego de que se colgó un cadáver de un hombre en un arco que se utilizaría para la Plataforma Centinela, más el ataque a esta tecnología, el Estado hizo una intervención, tomó el control de los mandos policíacos.

Luego vivieron los exámenes de confianza, los que no aprobaron los municipales, incluso 40 de ellos prefieren desertar, por algo sería, pero la alcaldesa los rescató en labores de policía viales, aunque en realidad dicho por el Secretario estatal de Seguridad Pública, Gilberto Loya Chávez, en realidad realizaban labores de halcones.

La alcaldesa en lo oscurito designó unilateralmente a su segundo Director de Policía a sabiendas de que la Fiscalía General del Estado, le tiene una carpeta de investigación abierta bajo sospecha de ella tiene vínculos con el narcotráfico.

En paralelo, los poderes Ejecutivo y Legislativo, mantienen en análisis la desaparición de poderes en ese municipio, lo que podría ocurrir este mismo año, si así se decide.

DESDE el moreno chairismo hay un odio manifiesto a todo lo que sea PRI y PAN lo ha denominado Prian, a quien culpan de todos los males pasados, presente y futuros de los que adolece el país.

Pero no aceptan o dicen que cientos o tal vez, miles en el país de priístas y panistas están en Morena, lo que nos llevaría a una sencilla conclusión de que son los mismos, empezando por el presidente López Obrador, los causantes de los padecimientos de México.

El cuento viene luego de que ayer se integro a Morena o al movimiento en pro de Claudia Sheinbaum, Miguel La Torre Sáenz, panista de décadas y de gran trayectoria política y pública gracias a Acción Nacional.

En la campaña pasada, concretamente para la Presidencia Municipal de la capital, el candidato fue Marco Adán Quezada Martínez, ex presidente Municipal, exdiputado y expresidente del PRI en el estado.

Entonces, para qué tanto chairo brinco cuando el piso está parejo. Es incongruencia o retórica muy económica, por no decir barata.

De El Pelón La Torre nada y mucho que decir; sinteticemos en que, los intereses personales y la lana, son los que mandan, fuera de eso no hay más explicación.

LA ESTADÍSTICA de asesinatos con detención de los autores en la capital, son dos; por cada 100, seguramente los número son similares en Ciudad Juárez y Cuauhtémoc y algunos serranos.

El fin de semana se atacaron a policías estatales, más o menos de manera sincronizada con la baja de un elemento y nada pasó.

En la capital con el de ayer en la colonia Campesina, son tres eventos en donde se acribilla a grupos de personas, el saldo son ocho muertos y tres lesionados, mas los hechos individuales que elevarían a12 las víctimas violentas, en los primeros tres días del mes.

Todos desde el acalde Bonilla hasta el Fiscal General, César Jáuregui Moreno, afirman saber qué es lo que pasa y que grupos criminales están actuando.

Eso es bueno pero no hay resultados, mucha tecnología, muchos miles millones de pesos, equipamientos a policías, la Guardia Nacional y el Ejército, pero nada pasa.

La estadística dice que en la capital y otros municipios, a nadie o casi nadie detienen. De 100 a dos. Una impunidad del 98 por ciento.

Columna Hipótesis de www.acento.com.mx 

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