Columna

El Maduro del PRI / Como si el partido resistiera / Constancia a Claudia / ¿Y el hospital Apá?

COMO EN los viejos y hegemónicos tiempos del partidazo, Alejandro Moreno Cárdenas “Alito”, se reeligió en la dirigencia nacional.

Fue un triunfo arrasado con 440 votos, para su fórmula con la actual secretaria Carolina Carolina Viggiano Austria. Para la “oposición” con Lorena Piñón, sólo hubo ocho votos, o sea, sólo los de su planilla.

Alito demostró un súpermúsculo; seguramente innecesario en un PRI que agoniza y que seguramente el nuevo dictador del partido, terminará dándole insanta sepultura, tal y como se ha pedido desde Palacio Nacional.

Sigue quisquillosamente el camino que le han marcado los expriístas ahora purificados en Morena; debe saber que el PRI sólo tendrá un sólo color y será guinda.

Con todo el control y poder sobre el Consejo Político Nacional, Alito ni siquiera se despeinó. Entendido de otra manera, lo reeligió su estructura, la misma que él integró y designó.

El dirigente requiere del blindaje del PRI vivo o muerto (el partido) y las migajas que le arroja el sistema; en un cálculo que tal vez, sólo tal vez, aguante para los próximos tres años.

El PRI después de la debacle en el presente sexenio requiere, innovar, reinventarse y muchas pipas con oxígeno. Moreno Cárdenas representa todo lo contrario.

En este escenario dictatorial para el PRI, nada bueno se vislumbra; para su reelecto dirigente entregarlo a partir del siguiente mes en el Senado y en la cámara de diputados.

Todos presupuestado, en política no hay sorpresas, sólo sorprendidos. Así ocurre en las democracias simuladas, bajo control, asaltadas o compradas.

EL JUEVES próximo Claudia Sheinbaum Pardo, recibirá la constancia del Tribunal Federal Electoral, que la declara como la candidata ganadora y próxima presidenta de México.

Al final del día la autoridad electoral, prácticamente desechó todos los recursos de impugnación, sobre todos los que tienen que ver con campaña (s) anticipadas y la descarada intromisión del presidente López Obrador, todos los días, en cada mañana y durante casi seis años.

Muy complicado que el Instituto Nacional Electoral y el Tribunal Federal, resolvieran en contra del régimen o de la su candidata lo que es lo mismo.

La elección se realizó con las instituciones garantes, demasiado minadas y bajo la amenaza presidencial (en curso) de que desaparecerán.

El sistema las captó y coptó; en México se realizó una elección de estado, en la que hay mucho que decir, pero poco o nada qué hacer.

LA INAUGURACIÓN y puesta en operaciones del IMSS Bienestar de Ciudad Juárez, deberá de esperar, sólo Dios sabe para cuándo, pese a que es una urgente necesidad para los habitantes de la frontera y de la región.

López Obrador y Claudia Sheinbaum, finalmente sí acudieron el pasado viernes a Ciudad Juárez, para sostener una reunión con funcionarios del IMSS en Chihuahua, con directivos de la Delegación del Bienestar y con mandos militares.

La reunión de casi dos horas fue totalmente privada, en donde no se convocó al Gobierno del Estado, pero tampoco al Municipal (de Ciudad Juárez).

El inacabado hospital continuará como mundo testigo de la ineficiencia y desvoluntad de los gobiernos en turno. Pronto cumplirá 12 años, pese a reclamos de los “derechohabientes” y de los patrones que mensualmente aportan millones de pesos al IMSS.

Columna Hipótesis de www.acento.com.mx 

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