Acapulco devastado / Se impone la soberbia e indolencia / Cerrazón de Morena / Alex pierde a Alex
COMO en este país todo se politiza, la tragedia de Acapulco, no escapó, como tampoco la muerte de los 40 migrantes, ni siquiera los 14 policías asesinados en Guerrero.
Así ha sucedido siempre y en los cinco años recientes se ha exponenciado por el actual régimen, el que en cada mañana se culpa al pasado, a los ricos, a los conservadores, a la corrupción, a los neoliberales y hasta los medios de comunicación, pero nada pasa, nada cambia, por el contrario hay un evidente retroceso.
López Obrador está empeñado en lo suyo, la concentración del dinero, del poder y mantenerlo tras el trono, con su candidata ya definida y bajo control.
En la polémica y politización queda claro que, el ganador es el Gobierno Federal, los suyos que le creen y lo replican su maquinaria de boots. Extraordinarios distractores.
Impensable suponer que el Fondo de Desastres (Fonden), se haya desaparecido por la corrupción del pasado, porque se lo robaban aseguran, pero existía.
Ahora los 17 mil millones que generalmente de destinan para desastres, desaparecieron por decreto y en la opacidad que caracteriza a la CuartaT, sólo López Obrador sabrá a dónde fueron a parar, eso también, es robar y existen cientos de legisladores morenistas cómplices, por cierto.
La tragedia de Acapulco desnudo la insensibilidad e indolencia del gobierno estatal (de Guerrero) y el Federal; no se previno y “no
hay” recursos para atender la desgracia; la voracidad lo desapareció casi por arte de Magia. El vecino país del norte se alertó 23 horas antes sobre el mismo fenómeno y en México ni un campanazo ranchero.
El Gobierno Federal llegó casi tres días, con las manos vacías, después que Otis azotó y devastó el puerto. El presidente sólo fue a (SIC) atascarse y ordenar que la ayuda fuera controlada por el Ejército, la Guardia Nacional y los Siervos de la Nacional. Un tratamiento electoral para un desastre de tal magnitud.
Algo similar sucedió con las chicas superpoderosas; la secretaria de gobernación, Luisa María Alcalde; la gobernadora del estado Evelín Salgado, que por cierto andaba de turista en la CDMX y la secretaria de seguridad, Rosa Icela Delgado.
De plano llegaron y posaron para la foto muy enmezclilladas y con botas muy Fifis. Luisa María escribió en sus redes, que después del realizar varios recorridos, se constató que en los caminos y calles ya se puede transitar sin problemas y que la reconstrucción es un hecho. Las impecables botas revelaron el engaño, la mentira; así es la CuartaT.
UNAS horas antes de que circulara la foto de las botas inmaculadas, la senadora Xóchitl Gálvez Ruiz propuso que el Senado de la República, aprobara un fondo especial de 13 mil millones de pesos para reconstruir Guerrero, especialmente Acapulco y sus comunidades.
Obviamente, la propuesta de la Señora X, se negó por la mayoría de los senadores de Morena, pese a que el estado gobernado por este partido y sobre todo pese a la magnitud del desastre.
Es más hasta el senador Félix Salgado Macedonio votó en contra la propuesta y eso que su hija es la gobernadora de Guerrero.
En fin, Acapulco en el abandono oficial y bajo control militar. La ayuda internacional no llega sino es por esta vía; miles de mexicanos están dispuestos a acudir en labores de rescate y reconstrucción primaria, pero no hay acceso.
Lo más increíble es que, se le ha impedido la Cruz Roja Mexicana, que realice su tradicional labor humanitaria.
Bajo el argumento del control y evitar daños mayores, nadie puede ayudar, en donde una cosa es control militar y electoral y otra es poner orden. Los múltiples saqueos demuestran que ni una cosa ni la otra.
SE DIGA que sí o no, o todo lo contrario, la realidad demuestra que el PRI continua perdiendo liderazgos importantes, los que coincidentemente van a parar a Morena. Hartazgo o ambición, es la cuestión.
La reciente renuncia del exdiputado Alex LeBarón y su activismo promorena como sucedió en la reciente gira de Claudia Sheinbaum, así lo demuestran, aunque la lista el grandes.
En cafeteras mesas se cuestionan el liderazgo del dirigente estatal Alejandro Domínguez por la pérdida de activos y la simulación de un partido fuerte, a grado tal de amenazar con dejar el Frente Amplio por México e ir a la contienda solo como partido, como si la institución le perteneciera.
La simulación llega es tal que le han apodado El Lolo, usted supondrá por qué.
Por si fuera poco, desde la casona de la Dale se preguntan: ¿Qué pasará con la posición que recientemente le cedió Alejandro Domínguez a Alex LeBarón en el Comité Directivo Estatal?
Nada más y nada menos que en la Secretaría de Organización a Janeth Montes gente de los LeBarón y dejó de lado a priísta con liderazgo, precisamente de lo que carece hoy el PRI. Se supone que la posición serviría para atemporizar la salida de Alex, pero no ocurrió así.